miércoles, 16 de julio de 2014

NO HAY JUDO SIN RESPETO. EL JUDO Y SU CÓDIGO ÉTICO

El código ético del judo impide cualquier
desconsideración o falta de respeto con el adversario


El judo es un arte más que centenario cuyo origen se encuentra en Japón. Fue en la época feudal en la que se practicaban diversas artes marciales, una de las cuales el jiu-jitsu que consistía en un sistema de ataques que comprendía proyecciones, puñetazos, patada y puñaladas, cortes de cuchillo, estrangulaciones, luxaciones, inmovilizaciones y las correspondientes defensas a estos ataques. Aunque todas estas técnicas se conocían y se practicaban desde mucho tiempo atrás, no fue hasta el siglo XVI cuando se comenzó a ensayar y practicar este arte marcial.

Jigoro Kano (Mikage, Japón, 1860-Hyogo, Japón 1938) es considerado el padre del judo actual. Jigoro Kano recibió lecciones de jiu-jitsu por primera vez en 1877. A medida que va progresando en su aprendizaje se da cuenta del gran valor educativo que le aportaba. También reconoció que el jiu-jitsu era una de las importantes culturas tradicionales de Japón y no debía desaparecer. A pesar de encontrar en este arte algunos aspectos mejorables este sistema podría servir como un medio complementario a la educación física para su pueblo y tuvo la visión de exportarlo al resto del mundo.

Todos los practicantes deben respeto al maestro o al árbitro
en todas las circunstancias

El maestro Kano fue el impulsor del Kodokan, la casa del judo. El nuevo método creado por Jigoro Kano no era un simple arte de ataque y defensa sino que era un camino de perfección física y emocional que los hombres debían seguir a través de su práctica. Le dio una nueva denominación: <<judo>> y la efectividad del mismo llevó a su rápida expansión.


Ju- es <<la suavidad>> o <<la manera de ceder>> y -do significa <<principio>> o <<camino>>, por lo tanto, judo significa <<el camino de la suavidad>>. Si un hombre más fuerte que yo me empuja, me moverá y me tirará, pero si yo, en lugar de oponerme y mostrar resistencia, cedo, separando el cuerpo, utilizaré su fuerza y mantendré el equilibrio, mientras que mi oponente lo perderá y pasaré así a una posición más ventajosa.

El adversario no es mi enemigo,
sin rival nada tiene sentido

Las técnicas de judo se pueden clasificar en tres grandes bloques: la primera corresponde a las técnicas de proyección, es decir, aquellas que controlan el cuerpo del contrario proyectándolo al suelo desde la posición de pie y se denomina <<Ashi Waza>>. El segundo bloque <<Katame-Waza>> agrupa las técnicas que controlan al adversario: inmovilizaciones, estrangulaciones o luxaciones. La tercera y última es el <<Atemi-Waza>> y enmarca aquellas técnicas de control por medio de golpes con la mano o el pie, dirigidos a puntos vitales del adversario. En el judo moderno estas últimas técnicas han variado para dar lugar a un deporte sano y ante todo seguro.


Jigoro Kano consideraba que el respeto es el principio sobre el que se asienta el judo e intentó conjugar en el judo el deporte y la educación. La educación del judoka se basa en tres pilares: la educación del conocimiento, la educación moral y la educación física.

Equipo juvenil de judo del Colegio El Prado
De izquierda a derecha:
Aleixandre, Montero, Haro,
Echánove, Cifani y Ciordia
Desde siempre en el judo, el Saludo <<Rei>> es la expresión diaria, constante y que sintetiza el conjunto de los valores del Judo. El saludo es la expresión del respeto, la humildad,  la gratitud, el aprecio hacia el ><<Sensei>> o maestro. El saludo simboliza el grado de respeto también hacia el <<Uke>> ,el compañero y  hacia el <<Dojo>>, lugar de práctica del judo. Con el sencillo gesto de bajar la cabeza se ofrece hacia el otro ese conjunto de valores.

Por todo ello el judo comienza con un saludo y termina con un saludo, que debe ser el correcto, con la correcta dirección de la mirada, pues, representa ese espíritu de deportividad, honor y confianza. No habrá perfección del judoka si, al margen de pulir sus técnicas, no encuentra el Do, el camino, para pulir su mente, su conducta o no intenta comprender los valores morales del Judo.

Este es y debe ser el objetivo último que persiga cualquier practicante de judo entre los que se encuentra uno de los autores de este artículo, Pedro Montero, cinturón negro de judo 1er. Dan y alumno del Sensei 6º Dan D. Javier Sémelas.




Fuentes:


Entrada elaborada por: Pedro Montero / Miguel Camblor
Calificación: Muy lograda















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